Oscar Aguirre

Galería Grisell Villasana, León, Gto., Méx.

registros

Textos sobre la exposición:

 

“REGISTROS”

Durangueño de origen, y radicado desde hace varios años en nuestro estado, este autor polifacético ha recurrido a lo largo de su trayectoria, a técnicas varias pinturas en diferentes soportes, fotografía, objeto, instalación- para expresar su pre-ocupación primaria: ¿Qué lectura se tendrá en un futu-ro cercano de una sociedad cuya principal herencia está dada en toneladas de basura?

Las dinámicas de úsese y tírese establecidas por la sociedad de consumo conllevan un sino ineludible: la acumulación indiscriminada de desechos. Aún cuando los esfuerzos por avanzar en una cultura del reciclaje son arduos y numerosos aunque principalmente en otras latitudes-, el problema persiste en un mundo que mide el éxito por la cantidad de objetos atesorados. En nuestro país la situación se agrava ya que somos una pobla-ción con una baja conciencia ambiental que lejos de implementar las últimas tecnolo-gías con éste propósito se aboca a consumir y desechar- todo aquello que salga a mercado como última novedad.

Es a partir de esta reflexión, ya sea por medio de la reutilización de deshechos o la pintura a ultranza sobre lápida de piedra, Oscar Aguirre recurre a objetos cotidianos e inmediatos, absolutamente familiares, por un lado para enfatizar esos momentos aparen-temente perdidos de la rutina cotidiana y por el otro para, a partir de un evento apa-rentemente trivial, ascender al pensa-miento crítico sobre nuestros usos y cos-tumbres: al registro de la inconsciencia. Registro, huella, marca. Los objetos que nos significan se convierten en fósiles para una re-visión futura, los objetos que dejan de significarnos también. Fósil eres y en fósil te convertirás, ¿qué otro desti-no puede esperarle a los miles de envases plásticos no reductibles y no reciclados que yacen en terrenos baldíos a lo largo y ancho de todo el país?

Desde su nueva producción, el autor nos invita a una lectura holística del reco-rrido que inicia con el registro orgánico petrificado y termina con la pétrea marca registrada en su soporte petróleo-plástico fosilizado. De la vida a la muerte y vice-versa…y viceversa. Signos de nuestro tiem-po, Oscar Aguirre parafrasea constante-mente con aquellos objetos cuya semanti-cidad desdobla para obtener nuevos signi-ficados, aterrizando las teorías que ha-blan del replanteamiento de la economía global, las nuevas dinámicas de la iden-tidad, la re-significación de las imágenes y la re-visitación de lo común; teorías to-das que tratan de explicar los distintos fenómenos de la llamada sociedad post-moderna.

Grisell Villasana Ramos

 

13 de Septiembre de 2004

Expone ‘registros’ del consumismo

Por LUIS MEZA

Con reflexiones acerca del consumismo, la devoción por las marcas y la inconsciente generación de desechos, el creador duranguense Óscar Aguirre inauguró este jueves el nuevo Espacio de Arte Grisell Villasana.

“Registros” es el título de la exposición compuesta por una instalación, un par de pinturas y una serie de 18 fotografías, todas obras recientes del artista multidisciplinario afincado en San Miguel de Allende.

La propuesta de Óscar Aguirre es un guiño irónico hacia la prevalencia de las marcas en el mundo moderno, hacia ese interés del común de los mortales no hacia el producto que contiene un envase, sino hacia la parte visible, a la cáscara plástica como símbolo de pertenencia o status, cáscara que finalmente termina convertida en basura.

“El título de la exposición está sugerido por la idea del registro fósil”, explica Aguirre. “Estoy usando mármol que tiene restos fósiles y marcas como elementos principales. Es una cuestión irónica de cómo esto (los envases) vinieron transformándose a partir de un fósil (el petróleo) para que los podamos utilizar y luego desecharlo para que se transforme de nuevo en fósil”.

Así, la serie fotográfica “Registro”, corazón de la pequeña muestra, es un conjunto de variaciones en torno al mismo tema: un envase de crema, aceite, especias, jugo, café o sal, sobrepuesto ante un fondo pétreo. Con manipulación digital, también se agregaron monedas o billetes, aludiendo al proceso de consumo.

“Una de las cuestiones de mi obra tiene que ver con la problemática de la basura que surge del consumismo fuera del control. No tenemos conciencia de que al tomarnos un refresco estamos produciendo un desecho. No sabemos que va a pasar con él ni nos preocupa”, apunta.

Esa vertiente de Aguirre es más explícita en la instalación “Contaminación de mierda”, un conjunto de seis esculturas elaboradas con envases PET de refresco, con luces que las convierten en una suerte de lámparas techno.

“Es un manejo un tanto irónico”, comenta. “Manipular un desecho para transformarlo en algo estéticamente bello, pero que no deja de ser basura. (Las botellas) no están compradas a la Coca-Cola nuevas, vienen de una recolección.”

Aguirre ya había explorado esa veta durante su participación en el programa de artes plásticas del Festival Internacional de Arte Contemporáneo de León y en su participación en la Feria Contemporánea de Miami. Algunas de las botellas contienen leyendas contundentes contra la contaminación.

“Siempre me he considerado de alguna manera ambientalista, no activo, pero sí me ha molestado que en Latinoamérica no se tenga esa cultura de reciclaje. En Alemania, además de manipular sus desechos, se los compran a Suiza para transformarlos y comercializarlos. En Durango, de donde yo soy, se ha propuesto manipular la basura y nadie le ha entrado”, señala el artista.

Para Aguirre, el hecho de recurrir a desechos para crear su obra no la devalúa, puesto que a final de cuentas el valor de la pieza está determinado por le trabajo conceptual y creativo y no por la materia prima.

La exposición incluye también dos pinturas sobre mármol elaboradas con el mismo tenor de las fotografías. El juego entre la textura del mármol y lo chocante del tema pictórico (un envase de jugo y una caja de papel aluminio) crea un impacto inmediato.

La muestra de Óscar Aguirre significa el primer proyecto emprendido por el Espacio de Arte Grisell Villasana, que ubicado en el segundo piso de la Torre del Moral, está dirigido por una de las promotoras de arte actual de más trayectoria en la ciudad y que se define como un “show-room”, una sala pequeña que ofrecerá una degustación de propuestas actuales de artistas de la región.

Aguirre ve con buenos ojos la iniciativa. “Es darle continuidad a muchos años de trayectoria y lucha por parte de Grisell. Este espacio responde a la necesidad de contar con un espacio donde los artistas puedan arriesgarse, proponer y acceder al mercado de los coleccionistas, al que no es fácil llegar sin el respaldo de una galería.”

 “Registros” permanecerá instalada en Grisell Villasana Espacio de Arte hasta el 15 de octubre.